Partiendo de una convicción general: el desarrollo está en el centro de la vida económica, es el fin de la acción económica, el objetivo de la actividad económica.
En el ámbito de la reflexión sobre la teoría económica Amartya Sen entre otros, pusieron a punto un nuevo concepto de desarrollo: el desarrollo humano. Este supera la idea de un desarrollo identificado únicamente con el crecimiento económico y se concentra en las personas, en sus necesidades, en algunos parámetros fundamentales que tienen que ver con condiciones de vida como: la salud, la longevidad, el nivel de instrucción, la participación en la vida social.
Un desarrollo humano que tiene que ser fin y objetivo central de todas las medidas de política económica y que se abre camino, en el lenguaje de los informes oficiales –y no sólo de ellas- como capacidad de ejercer tres posibilidades esenciales: una vida larga y sana, la instrucción, el acceso a los recursos necesarios para alcanzar y mantener un nivel de vida digno.
¿Qué persona y qué sociedad para la economía de comunión?
Somos una asociación de trabajadores cristianos promovida por la Iglesia Católica de Valencia, cuya finalidad es la promoción y la Evangelización del mundo del trabajo.